lunes, 23 de octubre de 2017

¡UN NUEVO DESCUBRIMIENTO! - Astronomos descubren Asteroide Orbitando la Tierra




En el 2016, un grupo de investigadores descubrió un pequeño objeto cercano a la Tierra, de no más de 100 metros de diámetro, al que bautizaron como HO3 2016.

A pesar de que la mayoría de astrónomos sospechaban que se trataba de un asteroide, algunos especulaban con que podía ser basura espacial como, por ejemplo, un cohete quemado atrapado en una órbita cercana.
Hoy en este 2017 un año más tarde un equipo de astrónomos utilizaron el Gran Telescopio Binocular (LBT), uno de los más grandes del mundo, para descubrir la verdadera naturaleza de este objeto cercano a la Tierra.

Los astrónomos confirmaron que efectivamente es un asteroide y lo han denominado como un “cuasi satélite”. También dieron a conocer que el asteroide orbita el Sol y que también parece hacer lo propio con la Tierra. Además, también han asegurado que es el mejor y más estable ‘cuasi satélite’ encontrado hasta la fecha:

El equipo también ha dado a conocer que la procedencia del objeto es desconocida y que, en escala de tiempo de algunos siglos, el asteroide permanece dentro de 38-100 distancias lunares de la Tierra.

En lo que respecta a su denominación, el equipo ha asegurado que está demasiado lejos como para ser considerado como un verdadero satélite: “El HO3 gira una vez cada 28 minutos y está hecho de materiales similares a los asteroides, es en un objetivo desafiante para el estudio”.

No obstante, y a pesar de que el objeto parezca orbitar la Tierra, no está ligado gravitacionalmente al planeta como, por ejemplo, la Luna.

sábado, 21 de octubre de 2017

¡NO TE LO PUEDES PERDER! Lluvia de Estrellas Fugaces Orionidas


Hoy 21 de Octubre podrás presenciar uno de los eventos Astronómicos mas llamativos de este año, la Lluvia de Estrellas Fugaces Orionidas, llamadas así porque parecen proceder de la constelación de Orion; una de las mas imponentes del cielo nocturno del Hemisferio Sur.

Aunque son solo restos del cometa Halley que se precipitan hacia la tierra luego de que estos se vean atraídos por el campo gravitatorio de la tierra, no deja de ser un espectáculo digno de ver y disfrutar con tus seres queridos.

La mayoría de estos objetos chocan con el planeta tierra viajando a una velocidad de 2300 Km por hora, la mejor hora de observarlos es entre las 4 y las 5 de la mañana cuando la Constelación de Orion se encuentra en el horizonte, alguno de estos bólidos suelen dejar una estela rasante y flujos incandescentes que pueden permanecer hasta por varios minutos 

Lo mejor de todo, es que se podrán ver a simple vista sin necesidad de utilizar un telescopio, un buen lugar para dirigir la mirada es a la Estrella de Primera Magnitud Sirius, de la Constelación del Can Mayor, la cual se encuentra justo debajo de la Constelación de Orion, en la imagen de arriba la puedes ver como el objeto mas brillante.

Hasta 23 Meteoros puedes ver en una Hora según estimaciones científicas, el mejor instante para verlas es dos horas antes de la salida del sol, se recomienda alejarse de la ciudad y dirigirse a un campo donde la contaminación lumínica no sea un obstáculo, abrigarse bien, y esperar hasta observar algún meteoro.



martes, 17 de octubre de 2017

Telescopio Espacial Hubble Localiza lugar de origen de las Ondas Gravitacionales.





La Galaxia (NGC 4993) que albergo el choque de las Estrellas de Neutrones  y que originaron la emisión de las Ondas Grvitacionales del pasado mes de agosto esta ubicada en la constelación de la Hydra. El telescopio Espacial Hubble pudo captar el origen de la emisión de la energía y capturar una sucesión de imágenes entre el 22 y el 28 de agosto en las que se puede apreciar como el brillo provocado por la colisión de ambas estrellas va desvaneciéndose con el tiempo.

lunes, 16 de octubre de 2017

Cientificos Descubren Potente Emisión de Ondas Gravitacionales Provenientes del Choque de Estrellas de Neutrones

Una potententisima emisión de Ondas Gravitacionales fue detectada el mes pasado por científicos del Laboratorio LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory), Observatorio de Detección de Ondas Gravitacionales, La misma se dio a conocer el dia de hoy a través de una rueda de prensa en donde se expuso que la energía emitida proviene del choque de dos diminutas estrellas, pero no cualquier tipo de estrellas, sino unas Estrellas de Neutrones, auténticos zombis del universo, las cuales estaban destinadas a vivir entre las sombras durante toda la eternidad, sin embargo y tras el choque  de estas volvieron a encenderse provocando la emisión de luz, de diferentes longitudes de onda, los primeros en forma de rayos gamma, (Magneta), luego el ultravioleta (Violeta), luego Visible y el infrarrojo desde donde se comenzó a dirigir hacia nuestra vista desde la tierra en forma de rayos "X"

El Telescopio Espacial FERMI de la NASA destinado a la el estudio de las fuentes de rayos gamma provenientes del universo capturo estas señales el 17 de agosto del presente año  e donde fue estudiado durante varios dias con una amplia variedad de telescopios, incluyendo la Nave Espacial Swift, El Telescopio Espacial Hubble, El Telescopio Espacial de Rayos "X" Chandra, y la Mision Nustar.

Los núcleos super densos de tales estrellas masivas explotaron al chocar luego de haber permanecido girando el uno sobre el otro en una galaxia que se encuentra a solo 130 millones de Años Luz de nosotros. Las Ondas Gravitacionales (Perturbaciones Ondulantes del Espacio-Tiempo) sangran la energía orbital causando que las estrellas de movimientos juntos se fusionen y a medida que estas empiezan a acercarse emiten luz.



Luego de numerosos análisis se demostró que las Ondas Gravitacionales habían sido emitidas desde ambos astros los cuales tenían masas entre 1,1 y 1,6 veces la masa de Nuestro Sol lo que las vincula con las de Estrellas de Neutrones, giraban tan rápido la una de la otra que distorsionaban el Espacio-Tiempo a su alrededor emitiendo energía en la forma de Ondas Gravitacionales.

Al entrar en contacto, moviéndose a un tercio de la velocidad de la Luz, una respecto a la otra iniciaron un proceso de fusión hasta que formaron un objeto super denso emitiendo un alarido de emisiones de rayos gamma captados por el Observatorio FERMI inmediatamente, Una vez que se localizo el origen de la señal, numerosos telescopios y radio-telescopios a nivel mundial centraron sus observaciones en esa región del espacio, en donde se pudo estudiar por varias semanas la evolución del cataclismo estelar

Parte del material originado por la explosión luego del choque de ambas estrellas fue expulsado a una quinta parte de la velocidad de la luz, lo que origino una "Kilonova" (Fusión de dos estrellas de neutrones, o una estrella de neutrones y un agujero negro) en la que su luz se torno de diversos colores, siendo primeramente azul intenso hasta que con el pasar de los dias cambio súbitamente hacia el color rojo profundo. Analizados los mismos con un espectrografo de rayos gamma se dedujo que el material que fue arrojado al espacio interestelar eran elementos pesados, tales como el oro, platino, cesio, telurio; mismos que aun se desconoce como se originaron.

La Escena final de ambas estrellas fusionadas nos da a entrever que su destino es la de convertirse en una Estrella de Neutrones Hipermasiva, para posteriormente convertirse en un potencial Agujero Negro; motivo por el cual ya no pueden observarse directamente en la actualidad.


viernes, 6 de octubre de 2017

Burbujas en el Espacio


La Gran Nube de Magallanes (LMC) es uno de los compañeros más cercanos de nuestra Vía Láctea. Es también el hogar de una de las regiones más grandes y más intensas de la formación activa de estrellas que se sabe que existen en cualquier parte de nuestra vecindad galáctica - la nebulosa de la Tarántula. Esta imagen del telescopio espacial Hubble de la NASA / ESA muestra tanto los filamentos de gas que inspiraron el nombre de la región como la intrigante estructura de "burbujas" apiladas que forman la llamada nebulosa Honeycomb (abajo a la izquierda)

Si deseas ver mas, sigue el siguiente enlace:
(Nota: El contenido esta en Ingles)

¿Aun crees que estamos solos en el universo?


Galaxias, galaxias por todas partes - hasta donde puede ver el Telescopio Espacial Hubble de la NASA / ESA. Esta visión de casi 10.000 galaxias es la imagen de luz visible más visible del cosmos. Llamada el campo ultra profundo de Hubble, esta vista galaxy-tachonada representa una muestra "profunda" de la base del universo, cortando a través de billones de años luz.

La instantánea incluye galaxias de diferentes edades, tamaños, formas y colores. Las galaxias más pequeñas y más rojas, alrededor de 100, pueden estar entre las más distantes conocidas, existentes cuando el universo tenía apenas 800 millones de años. Las galaxias más cercanas -las espirales y los elípticos más grandes, brillantes y bien definidas- prosperaron hace aproximadamente mil millones de años, cuando el cosmos tenía 13.000 millones de años de antigüedad.

En vibrante contraste con la rica cosecha de clásicas galaxias espirales y elípticas, hay un zoológico de galaxias extrañas en el campo. Algunos parecen palillos de dientes; otros como enlaces en una pulsera. Algunos parecen estar interactuando. Estas galaxias extrañas describen un período en que el universo era más joven y más caótico. El orden y la estructura apenas comenzaban a surgir.

Las observaciones del Campo Ultra Profundo, tomadas por la Cámara Avanzada de Encuestas, representan una visión estrecha y profunda del cosmos. Mirar en el Campo Ultra Profundo es como mirar a través de una paja de soda de 2,5 metros de largo.

En las fotografías terrestres, el parche de cielo en el que residen las galaxias (sólo una décima parte del diámetro de la Luna llena) está prácticamente vacío. Ubicada en la constelación de Fornax, la región está tan vacía que sólo se puede ver en la imagen un puñado de estrellas dentro de la galaxia de la Vía Láctea.

En esta imagen, el azul y el verde corresponden a los colores que pueden ser vistos por el ojo humano, como estrellas calientes, jóvenes, azules y el resplandor de las estrellas parecidas al Sol en los discos de las galaxias. El rojo representa la luz del infrarrojo cercano, que es invisible para el ojo humano, tal como el resplandor rojo de galaxias envueltas en polvo.

La imagen requirió 800 exposiciones tomadas durante el curso de 400 órbitas de Hubble alrededor de la Tierra. El tiempo total de exposición fue de 11,3 días, tomado entre el 24 de septiembre de 2003 y el 16 de enero de 2004.

Crédito:
NASA, ESA y S. Beckwith (STScI) y el Equipo HUDF

miércoles, 4 de octubre de 2017

Envia Tu Nombre a MARTE

La próxima misión de NASA a Marte, el InSight, estudiará el interior profundo de Marte para avanzar en nuestra comprensión de la historia temprana de todos los planetas rocosos, incluyendo la Tierra.

Como entusiasta de Marte, usted puede participar en esta misión agregando su nombre a un microchip de silicio dirigido al Planeta Rojo a bordo de la nave InSight Mars de la NASA, programada para su lanzamiento en mayo de 2018.

No se pierda esta oportunidad. ¡Esté seguro de compartir esta invitación con sus amigos y familia! Envíe su nombre antes del 1 de noviembre de 2017.

Haga Click en el siguiente enlace, llene sus datos, y alistase para el Viaje
https://mars.nasa.gov/participate/send-your-name/insight/

Yo ya hice lo propio y tengo mi Ticket de abordaje, ¿Que esperas para tener el tuyo?

            

sábado, 23 de septiembre de 2017

Un punto azul pálido

Fotografía de la Tierra  tomada por la Nave Espacial Voyager 1 en 1990
a una distancia de Seis Mil Millones de Kilómetros cuando dicha Sonda Espacial se disponía a abandonar nuestro Sistema Solar 


Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí, en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de este píxel sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra importancia imaginaria, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y formadora del carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido.

Carl Sagan.
"Un punto Azul Palido - Una visión del Futuro Humano en el Espacio"
Editorial Ramdom House Publishing Group 1994 

domingo, 17 de septiembre de 2017

Los Fenómenos Transitorios Lunares



Las siglas TLP corresponden a las iniciales según la traducción inglesa de «Transient Lunar Phenomena», o lo que es lo mismo, Fenómenos Transitorios lunares. En realidad se trata de un fenómeno de luces misteriosas que no se observan de forma continuada, sino de muy tarde en tarde y en momentos de exploraciones lunares muy concretos. Las últimas investigaciones en este sentido siguen sin arrojar luz.
Cierto es que el que escribe siempre se ha mostrado un tanto escéptico en este sentido, máxime cuando se emplea la palabra misterio. Los TLP se pueden visualizar (repito que es muy difícil ver un TLP; yo jamás he visto uno hasta la fecha) en el interior de algunos cráteres o sobre las cimas de las cordilleras montañosas lunares. En algunos casos aparecen como nubes en movimiento o sombras con un período de vida muy corto.

Algunos observadores de la Luna y hasta la primera mitad del siglo XX, creían que esas sombras eran grupos de animales que caminaban o corrían sobre la superficie de la Luna en busca de comida.

La idea no era tan descabellada como parece, pues si nosotros estuviéramos en la Luna y observáramos ciertas regiones de la Tierra donde los animales se agruparan masivamente, veríamos moverse sobre la Tierra sombras de tamaños variados y para todos los gustos, sobre todo si estos animales se concentraran en zonas desérticas, caso del bisonte en Estados Unidos antes de la llegada de los primeros colonos europeos, cuando aquellos se contaban por millones.

Lo que es cierto, es que sean lo que sean, los TLP deben existir. Grandes figuras en el campo de la astronomía, han dejado constancia escrita de ellos y no podemos negar su existencia.

Hagamos un poco de historia:

1778. Desde España, el astrónomo Antonio de Ulloa, mientras contemplaba el eclipse de Sol del día 24 de junio, da cuenta de una grieta o abertura en la superficie lunar, que termina con el resultado de un punto brillante cuando los rayos del Sol pasan sobre él.

1783. El famosísimo astrónomo inglés, descubridor del planeta Urano, William Herschel, observa el 18 de agosto: "Percibo tres volcanes en diversos lugares de la Luna. Dos están ya casi extinguidos o a punto de desaparecer, lo que podrá decirse en la próxima lunación...El tercero muestra una erupción activa de fuego o de materia luminosa..." ¿Qué observó realmente Herschel?, ¿fueron quizás picos elevados que se encontraban iluminados por la luz solar o tal vez volcanes activos?
Lo que sabemos hoy día es que la Luna es un mundo completamente muerto y se encuadra dentro de los más inactivos del Sistema Solar. Existen lunas en Saturno y Júpiter con una actividad inusitada, de los que emanan grandes géiseres de vapor de agua como en Encélado, luna de Saturno, o los potentísimos géiseres de nitrógeno del satélite Tritón, del planeta Neptuno y erupciones volcánicas que cambian el color y el aspecto del satélite, en este caso del satélite Io de Júpiter. Pero nuestra Luna es un mundo sin actividad. Todos hemos visto la Luna igual a lo largo de nuestras vidas y así sigue después de miles de millones de años.

Un astrónomo de la categoría de Herschel debía distinguir con claridad los puntos luminosos de los picos más elevados que se encuentran aún en la penumbra, pero ¿y la información de los volcanes? Mucha imaginación, podemos pensar, pero ¿quién de nosotros estuvo allí para hacer balance?...

1788. J.H. Schroeter, astrónomo que fue, se dedicó desde su observatorio en Lilienthal y utilizando telescopios de Herschel a la potencia máxima de 300 aumentos a dibujar mapas de la Luna entre los años 1791 a 1802.
Se dedicó incansablemente a la búsqueda de fenómenos que alteraran la superficie lunar como bien pudieron ser la aparición de nuevos cráteres o luces lunares. El 26 de septiembre de 1788, cuenta que observaba la zona de la cordillera montañosa de los Alpes y encontró una luz parecida a una estrella próxima al cráter Platón. Continúa diciendo que permaneció con ese brillo durante 15 minutos, para posteriormente desaparecer.

1824. El astrónomo Gruithuisen observa luces que se encienden y que se apagan.

1866. El astrónomo Tempel comunica la existencia de un punto luminoso en el circo Aristarco.

1867. Es ésta quizás la más espectacular visión de TLP. El día 13 de mayo en el cráter Plato, se observan luces agrupadas entre cuatro y veintiuna. Estas luces fueron observadas por numerosos astrónomos. Algunos de ellos indican que mientras varios puntos de luz se hacían más brillantes, los demás perdían intensidad. Hubo quien llegó a pensar que las luces estaban siendo manejadas por seres inteligentes. Entre los años 1867 y 1870, el recuento de TLP, se elevó a varios millares.

1877. Durante este año continuaron apareciendo más luces en la Luna, de las que dieron buena cuenta astrónomos de observatorios profesionales, como el británico C. Barret, que describe un punto de luz en el cráter Proclus.

Los cráteres más nombrados con TLP en este año fueron Bessel y Plato, este último es el que más registros de TLP lleva en su haber desde que se tienen noticias de la existencia de los TLP. También en este año se derrocha mucha literatura sobre él y sus TLP. Se comunicó la existencia de un triángulo brillante en su interior y luces móviles que se distinguían hacia el cráter desde varios puntos.

1931. El 22 de febrero nos cuenta el abate Joulia que próximo al cráter Aristarco, una luz tenue y difusa se encendía y se hacía al tiempo menos luminosa, progresiva y lentamente.

1937. M.Abdreuko en Amberes nos informa de la existencia de una pequeña zona luminosa en el circo Cassini. Este mismo señor en el cráter Aristarco, localiza una especie de radiación de coloración entre azul y verdosa.

1944. H.P. Wilkins (ingeniero mecánico y selenógrafo), que se dedicó a realizar mapas de la Luna, afirma ver un punto de luz brillante en el cráter Plato.

1950. H.P. Wilkins, dice ver otro destello de luz de gran intensidad por la zona de los cráteres Aristarco y Herodotus. Su contemplación la realiza a través de un potente telescopio de 370 mm.

1958. El astrónomo de nacionalidad rusa Niteolai Kozyrev contempla una nube brillante sobrevolando el pico central del cráter Alphonsus de la que toma espectro. Se pensó que el pico hubiera podido entrar en erupción, al considerar la idea de que se tratara de un volcán. Nuevamente el 3 de diciembre volvió a deleitarse con la visualización de otra nube no muy lejos de la posición de la anterior, que estuvo presente y en movimiento durante una hora.

1963. Desde el observatorio de Lowell, nos informan de la aparición de un resplandor de altísimo brillo y de color rojo y sobre la Luna, que bien pudo observar el astrónomo John Grenace.

1966. Varios observadores, entre ellos el conocido Patrick Moore (importantísimo divulgador de astronomía británico), describen el surgimiento de unos resplandores rojizos en el circo Gassendi, el día 30 de abril.
A partir de la última fecha indicada, las observaciones de TLP disminuyen por parte de los astrónomos o al menos no se dan a conocer con tanta frecuencia. No obstante, el fenómeno no ha desaparecido, y hay quien se dedica en cuerpo y alma a la caza y captura de los TLP.

En España por ejemplo, existen redes de observadores lunares y dentro de este campo, hay apartados dedicados con exclusividad a la vigilancia de posibles irregularidades sobre la superficie de la Luna. Parece que nuestra amiga la Luna se conoce un tanto mejor y no nos dejamos llevar con tanta frecuencia por fenómenos misteriosos capaces de provocarlos los posibles selenitas (habitantes de la Luna).

Por otra parte, desde la segunda mitad del siglo XX, numerosas sondas han estudiado meticulosamente la superficie de nuestro satélite y en 1969 el primer hombre pisó la Luna. No quiere decir ello que se la conozca como a nuestro planeta, y siempre quedará la duda de aquellas luces. Pero profundicemos un poco y veamos qué pueden ser los TLP.

Hablando de modo fácil y como ya comentamos anteriormente, los puntos de luz que se localizan en las sombras, bien pueden ser provocados por la iluminación de los picos de las montañas más elevados donde comienza a amanecer y siempre y cuando estos se sitúen próximos al terminador (línea que divide la noche del día en la Luna).

Si la distancia al terminador y dentro de la sombra es considerable, la duda siempre nos puede asaltar, ya que a esta distancia del terminador, difícilmente el Sol pudiera iluminar las cimas de las montañas más elevadas, pues deberían tener una altura desproporcionada y esto no ocurre con las montañas lunares. Es decir, cuando la parte no iluminada de la Luna produce un TLP, es digno de ser investigado.

De todas formas es difícil de explicar como dicen algunos observadores de fama, que los puntos de luz se hagan intermitentes. Quizás pueda ocurrir que estemos totalmente equivocados y la Luna no sea un lugar tan muerto como creemos.





Mapa de distribución aproximada de 300 Fenómenos lunares transitorios. Basado en un mapa de Barbara Middlehurst y Patrick Moore



¿Volcanes activos?

Puede que haya una mínima actividad interior que ponga de tarde en tarde su aportación para crear una presión interior y haga salir en forma de gas y pequeñas cantidades de lava hacia el exterior y por medio de volcanes, como pudiera ser el pico del cráter Alphonsus y el famosos circo Plato, que es en realidad una gran llanura amurallada.

Allí no hay pico, sino un suelo liso. ¿Existen acaso volcanes tan diminutos que no los podamos ver y surgen cuando hay actividad y desaparecen cuando cesa? Lo cierto es que Plato es punto de mira por su elevado número de TLP.

Imaginemos por un momento que escapan chorros de gases desde el interior de la Luna, como si de géiseres se trataran, estos gases podrían provenir de grietas en la superficie provocadas por las tensiones de la gravedad de la Tierra o por la diferencia de temperatura que existe entre el día y la noche que pude superar los 300 grados y fragmentar grandes rocas o incluso el suelo lunar. Este gas al intentar salir al exterior debe toparse con la capa de polvo (regolita) que se encuentra cubriendo toda la superficie lunar y por consiguiente, la elevará a diferentes alturas de modo que quedará expuesta a las radiaciones del Sol y así hacerse luminosas.

Varios chorros de gas que estuvieran más o menos alineados y a no mucha distancia de separación, darían la impresión de intermitencias y movimiento (cuando uno baja y se apaga otro sale del suelo con más fuerza y brilla).

Según Wiltkins, los TLP pudieran tratarse de la mera reflexión de los rayos del Sol al incidir sobre ciertos materiales con mayor grado de reflectividad y de alto albedo. También cabe la posibilidad de que surjan efectos de fluorescencia por bombardeo de electrones solares.

Otra posibilidad es la caída de meteoros sobre la superficie lunar. Esencialmente cuando la Tierra atraviesa los restos de algún cometa y se produce una lluvia de meteoros, como es el caso de la Leónidas, hay constancia de la caída de estos meteoros en la Luna, dejando destellos en la superficie oscura de la Luna, pero no dejan de ser destellos que duran pocos segundos, no tienen nada que ver con los TLP que duran horas siendo visibles o desplazándose de un lugar a otro.

La duda en todo caso nos invade ante la larga serie de conjeturas con las que jugamos. De momento el misterio sigue ahí.


https://es.wikipedia.org/wiki/Fen%C3%B3menos_lunares_transitorios


Si Gustan, pueden ver el siguiente video del programa Radial "Nuestro Insólito Universo" donde se exponen algunos detalles sobre las "luces en la Luna"

VENUS y su "Misterioso Acompañante"


"El Acompañante de Venus"

Durante Mucho tiempo se especulo que el Planeta Venus, uno de los mas brillantes del Sistema solar, tenia un acompañante.... El mismo se detalla con exactitud desde tiempos muy antiguos, hoy y luego de escuchar el siguiente audio que expondré a continuación, les informaré sobre lo que pudo haber sido en aquel entonces semejante objeto:


Neith es el nombre que recibió un hipotético satélite natural del planeta Venus cuya existencia fue discutida durante los siglos XVII, XVIII y XIX.
Ya en 1645, el astrónomo italiano Francesco Fontana afirmó haber descubierto un satélite alrededor de Venus, si bien su anuncio no tuvo ningún eco o repercusión. Sin embargo en 1672, el astrónomo Giovanni Cassini creyó localizar también un satélite de Venus. Al no estar seguro de su observación dejó pasar el acontecimiento, pero en 1686, tras volver a observarlo, hizo público su descubrimiento, estimando que el cuerpo tenía aproximadamente 1/4 del tamaño de Venus.
En 1740 el astrónomo inglés James Short observó de nuevo el satélite, seguido en 1759 por Andreas Mayer y en 1761 por Joseph Louis Lagrange, quien tras observar de nuevo el satélite, estimó que éste tenía un plano orbital perpendicular al plano orbital terrestre. Durante ese mismo año el objeto se haría visible alrededor de 18 veces a otros 5 observadores.
Especialmente interesantes fueron las observaciones de Scheuten el 6 de junio de 1761: vio a Venus en tránsito sobre el disco solar, siendo acompañado por un punto oscuro más pequeño a un lado, siguiendo su tránsito. No obstante otro astrónomo contemporáneo del fenómeno, Samuel Dunn, en Chelsea, Inglaterra, que también observó el tránsito, afirmó no haber visto el citado punto acompañando al planeta. A lo largo de 1764 otros dos observadores documentaron ocho observaciones del satélite Neith.

Ya en 1766 se producen las primeras voces críticas ante tan huidizo satélite: el director del observatorio de Viena publicó un tratado en el que declaraba que todas esas informaciones se tenían que deber sin duda a ilusiones ópticas provocadas por la luminosidad de Venus. 



Representación artística de Venus y su satélite, de 1882
Ya en el año 1768 el astrónomo danés Christian Horrebow de nuevo observa el satélite venusiano y en el 1777Johann Heinrich Lambert publicó sus conclusiones y cálculos sobre los diferentes elementos orbitales del satélite en el Berliner Astronomischer Jarhbuchel, anuario astronómico de Berlín, calculando la distancia media estimada del satélite a Venus (66'5), su periodo orbital (11 días y 3 horas) y la inclinación de su órbita en relación a la elíptica (64º).
En 1768 Christian Horrebow observó de nuevo el satélite, en Copenhague, tras lo que se produjeron varias búsquedas del mismo, incluyendo una realizada por William Herschel. Todos fallaron en el intento de encontrar el satélite. Mucho más tarde, el alemán F. Schorr intentó revisar el caso en relación al satélite en un libro publicado en 1875.
No fue sino hasta 1884, en el que el ex director del Real Observatorio de BruselasM. Hozeau, llego a sugerir que el satélite se muestra cercano a Venus cada 1.080 días no porque esté orbitando alrededor de Venus, sino porque es en realidad un planeta independiente que orbita alrededor del Sol una vez cada 283 días lo que lo colocaba en conjunción con Venus cada 1.080 días. Hozeau lo bautiza con el nombre de la diosa egipcia Neith.
La Academia Belga de Ciencias publica en 1887 un estudio en el que se refuta la existencia de Neith y del satélite de Venus, demostrando que todos los registros realizados hasta la fecha eran de estrellas cercanas ópticamente a Venus.
La última observación de la teórica luna se produjo el 13 de agosto de 1892, cuando Edward Emerson Barnard registró un objeto de magnitud 7 cerca de Venus. No existe una estrella en la posición registrada por Barnard. Todavía no se sabe qué es lo que vio, pero la tesis de Neith dejó de tener credibilidad científica.


miércoles, 23 de agosto de 2017

¿Como Calculan los cientificos la Edad de las Estrellas en el Espacio?






Se puede calcular la edad exacta de una estrella por su velocidad de rotación.

Las estrellas, igual que nuestro Sol, tienen durante casi toda su vida el mismo aspecto. Así que a simple vista es casi imposible para los astrónomos determinar si una estrella tiene unos pocos cientos de millones de años de vida, o es más vieja que Matusalén. Pero hay algo que sí cambia con el tiempo: su rotación.
La rotación de las estrellas frena con el tiempo, como una peonza que gira sobre una mesa, y se puede utilizar para calcular su edad. Es importante conocer la edad de las estrellas ahí fuera no sólo por mera curiosidad, si no también para poder detectar planetas. A día de hoy, los astrónomos han detectado más de 2.000 planetas orbitando otras estrellas, y quieren utilizar esta colección para comprender mejor cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios, y por qué son tan sumamente diferentes entre sí. Si sabemos la edad de las estrellas podemos averiguar cuál es la de los planetas (una pista, generalmente es la misma, porque los sistemas solares se forman al mismo tiempo, así que Marte es tan viejo como Júpiter, como el Sol, y como la Tierra) y podemos calcular cuanto tiempo ha tenido la vida para poder aparecer sobre la superficie de esos planetas.

Descubrir la edad de una estrella distante es relativamente fácil (para calcular la del Sol hay muchos métodos indirectos que podemos aplicar incluso aquí en nuestro propio planeta) si está en un cúmulo de cientos de estrellas que se formaron al mismo tiempo. Los astrónomos han sabido durante décadas que si examinan los colores y brillo de las estrellas de un cúmulo, el patrón puede ser usado para definir la edad de ese cúmulo en particular. El problema, claro, es que esto sólo funciona con los cúmulos. Para las estrellas que no lo están (y eso incluye a estrellas que tengan planetas), calcular su edad es bastante más complicado.

Si podemos establecer una relación entre la rotación de una estrella y su edad echando un ojo a los cúmulos  en los que están, entonces, si conseguimos medir la rotación de cualquier estrella, aunque esté aislada, podemos derivar su edad (a esta técnica la llamamos Girocronologia). Para saber que funciona, y recurriendo a la ayuda del Satélite Kepler, los astrónomos han medido las estrellas en diferentes cúmulos cuya edad es conocida, y han examinado sus períodos de rotación, aprendiendo qué valor deberían obtener para una edad en particular. Haciendo esas mediciones en diferentes cúmulos de diferentes edades, han podido determinar cuál es la relación exacta entre la rotación y la edad de las estrellas, y, por extensión, pueden medir la rotación de astros aislados para calcular su edad.

Pero... ¿Y Cómo medimos la rotación?

Observamos los puntos oscuros en la superficie de las estrellas (que es exactamente lo mismo que examinar nuestro Sol buscando manchas solares). Cuando un punto oscuro aparece en el lado de la estrella, esta reduce su brillo, y cuando sale de nuestro campo de visión, vuelve a recuperar su brillo original. Midiendo el tiempo que tarda en suceder esto, aprendemos a qué velocidad gira.
Los cambios en el brillo de una estrella debido a las manchas es de un porcentaje muy pequeño, y se hace aun más pequeño cuanto más viejo es el astro. Por tanto, los períodos de rotación de estrellas con más de quinientos millones de edad no pueden ser medidas desde la Tierra (pero sí desde el satélite Kepler, que fue diseñado con esa idea en mente para ayudarnos a encontrar exoplanetas).
Para asegurarse de que el sistema era fiable, un grupo de astrónomos (líderado por Soren Meibom) tuvo que utilizar el cúmulo NGC 6811 como referencia. Primero tuvieron que descartar las estrellas que no formaban parte del cúmulo (en un proceso que les llevó 4 años), una vez hecho eso, utilizaron el telescopio para determinar su rotación. Descubrieron que las estrellas rotaban en rangos de 1 a 11 días (nuestro Sol tarda unos 25 días en la zona del ecuador, y 36 en los polos, por si te lo estás preguntando), siendo más rápida la rotación cuanto más grande y caliente es la estrella. Y mejor aún, encontraron una fuerte relación entre la masa estelar y su período de rotación, por lo que la girocronología parece un método muy prometedor para poder medir la edad de estrellas aisladas.
Con este método, ahora los astrónomos pueden estimar la edad de una estrella con un 10% de margen de error. Antiguamente, el margen de error podía llegar a ser del 100% (muy útil, ¿verdad?). Es muy posible que, gracias a la girocronología, estemos cada vez más cerca de encontrar planetas que estén en la etapa “ideal” para albergar vida… y todos estos avances nos llevarán, tarde o temprano, a dar con uno. Es mera cuestión de tiempo (esperemos que no astronómico, ¡claro!)

viernes, 26 de diciembre de 2014

El telescopio Hubble presencia la misteriosa desintegración de un asteroide





2014: El Telescopio Espacial Hubble, de la NASA, registró la desintegración sin precedentes de un asteroide, el cual se dividió en 10 trozos más pequeños. Se han podido observar frágiles cometas, compuestos de hielo y polvo, desintegrándose a medida que se aproximan al Sol, pero nada como esto se ha observado antes en el cinturón de asteroides.
“Esto es una roca, y verla despedazarse ante nuestros ojos es bastante asombroso”, dijo David Jewitt, de la Universidad de California en Los Ángeles, quien dirigió la investigación astronómica forense.
El asteroide en pedazos, denominado P/2013 R3, fue observado por primera vez como un objeto inusual y borroso por los telescopios Catalina y Pan STARRS, el 15 de septiembre de 2013. El 1 de octubre, una observación de seguimiento, la cual se llevó a cabo con el Observatorio W. M. Keck, en la cima de Mauna Kea, un volcán inactivo en la isla de Hawái, reveló tres cuerpos que se movían juntos en una envoltura de polvo con un diámetro cercano al de la Tierra. 











“El Observatorio Keck nos mostró que esto era digno de ver con el telescopio Hubble”, dijo Jewitt. “Con su resolución superior, las observaciones que se realizaron con el telescopio espacial pronto mostraron que había realmente 10 objetos incrustados, cada uno con colas de polvo similares a las de los cometas. Los cuatro fragmentos más grandes de roca miden hasta 400 yardas de diámetro, aproximadamente cuatro veces la longitud de un campo de fútbol”.
Los datos proporcionados por el telescopio Hubble mostraron los fragmentos alejándose unos de otros a un perezoso ritmo de un kilómetro y medio (una milla) por hora. El asteroide comenzó a despedazarse a principios del año último, pero continúan apareciendo nuevos pedazos, tal como quedó demostrado en las imágenes más recientes. 

Es improbable que el asteroide se esté desintegrando debido a una colisión con otro asteroide, la cual hubiera sido instantánea y violenta en comparación con lo que se ha observado. Asimismo, se esperaría que los residuos de un choque tan violento a gran velocidad viajaran mucho más rápidamente que lo observado. Tampoco el asteroide se está despedazando debido a la presión de los hielos interiores que se calientan y se evaporan.
Esto muestra un escenario en el cual el asteroide se está desintegrando a causa de un imperceptible efecto de la luz solar, el cual hace que la velocidad de rotación del asteroide aumente gradualmente. Por último, las piezas que lo componen (como si fueran las uvas de un racimo) sucumben a la fuerza centrífuga y suavemente se separan. Durante varios años, los científicos han debatido sobre la posibilidad de una desintegración como esta, pero nunca la observaron de manera confiable.
Para que esto ocurra, P/2013 R3 debe tener un interior débil y fracturado (probablemente como resultado de numerosas colisiones no destructivas con otros asteroides). Se cree que la mayoría de los asteroides pequeños han sido severamente dañados de esta manera. Es probable que P/2013 R3 sea el producto precisamente de una colisión como esa, la cual tuvo lugar en algún momento de los últimos mil millones de años.
Con el descubrimiento previo de un asteroide activo, con seis colas (insert link), llamado P/2013 P5, los astrónomos están hallando más evidencia de que la presión de la luz del Sol puede ser la principal fuerza que cause la desintegración de pequeños asteroides (con un tamaño menor que un kilómetro y medio) en nuestro sistema solar.
Los residuos del asteroide, que pesan alrededor de 200.000 toneladas, proporcionarán en el futuro una rica fuente de meteoroides. La mayoría finalmente se sumergirán en el Sol, pero una pequeña fracción de los residuos algún día puede brillar en nuestro cielo bajo la forma de meteoros. 

Créditos y Contactos Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips  

Más información:
El Telescopio Espacial Hubble es un proyecto de cooperación internacional entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (European Space Agency, en idioma inglés). El Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland, dirige el telescopio. El Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (Space Telescope Science Institute o STScI, por su sigla en idioma inglés), con sede en Baltimore, dirige las operaciones científicas del telescopio Hubble. La Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (Association of Universities for Research in Astronomy, Inc., en idioma inglés), con sede en Washington, dirige el STScI para la NASA.
Para obtener imágenes y más información sobre el telescopio Hubble, visite: http://www.nasa.gov/hubble (en idioma inglés). 

Fuente: http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/06mar_asteroid/