viernes, 26 de diciembre de 2014

El telescopio Hubble presencia la misteriosa desintegración de un asteroide





2014: El Telescopio Espacial Hubble, de la NASA, registró la desintegración sin precedentes de un asteroide, el cual se dividió en 10 trozos más pequeños. Se han podido observar frágiles cometas, compuestos de hielo y polvo, desintegrándose a medida que se aproximan al Sol, pero nada como esto se ha observado antes en el cinturón de asteroides.
“Esto es una roca, y verla despedazarse ante nuestros ojos es bastante asombroso”, dijo David Jewitt, de la Universidad de California en Los Ángeles, quien dirigió la investigación astronómica forense.
El asteroide en pedazos, denominado P/2013 R3, fue observado por primera vez como un objeto inusual y borroso por los telescopios Catalina y Pan STARRS, el 15 de septiembre de 2013. El 1 de octubre, una observación de seguimiento, la cual se llevó a cabo con el Observatorio W. M. Keck, en la cima de Mauna Kea, un volcán inactivo en la isla de Hawái, reveló tres cuerpos que se movían juntos en una envoltura de polvo con un diámetro cercano al de la Tierra. 











“El Observatorio Keck nos mostró que esto era digno de ver con el telescopio Hubble”, dijo Jewitt. “Con su resolución superior, las observaciones que se realizaron con el telescopio espacial pronto mostraron que había realmente 10 objetos incrustados, cada uno con colas de polvo similares a las de los cometas. Los cuatro fragmentos más grandes de roca miden hasta 400 yardas de diámetro, aproximadamente cuatro veces la longitud de un campo de fútbol”.
Los datos proporcionados por el telescopio Hubble mostraron los fragmentos alejándose unos de otros a un perezoso ritmo de un kilómetro y medio (una milla) por hora. El asteroide comenzó a despedazarse a principios del año último, pero continúan apareciendo nuevos pedazos, tal como quedó demostrado en las imágenes más recientes. 

Es improbable que el asteroide se esté desintegrando debido a una colisión con otro asteroide, la cual hubiera sido instantánea y violenta en comparación con lo que se ha observado. Asimismo, se esperaría que los residuos de un choque tan violento a gran velocidad viajaran mucho más rápidamente que lo observado. Tampoco el asteroide se está despedazando debido a la presión de los hielos interiores que se calientan y se evaporan.
Esto muestra un escenario en el cual el asteroide se está desintegrando a causa de un imperceptible efecto de la luz solar, el cual hace que la velocidad de rotación del asteroide aumente gradualmente. Por último, las piezas que lo componen (como si fueran las uvas de un racimo) sucumben a la fuerza centrífuga y suavemente se separan. Durante varios años, los científicos han debatido sobre la posibilidad de una desintegración como esta, pero nunca la observaron de manera confiable.
Para que esto ocurra, P/2013 R3 debe tener un interior débil y fracturado (probablemente como resultado de numerosas colisiones no destructivas con otros asteroides). Se cree que la mayoría de los asteroides pequeños han sido severamente dañados de esta manera. Es probable que P/2013 R3 sea el producto precisamente de una colisión como esa, la cual tuvo lugar en algún momento de los últimos mil millones de años.
Con el descubrimiento previo de un asteroide activo, con seis colas (insert link), llamado P/2013 P5, los astrónomos están hallando más evidencia de que la presión de la luz del Sol puede ser la principal fuerza que cause la desintegración de pequeños asteroides (con un tamaño menor que un kilómetro y medio) en nuestro sistema solar.
Los residuos del asteroide, que pesan alrededor de 200.000 toneladas, proporcionarán en el futuro una rica fuente de meteoroides. La mayoría finalmente se sumergirán en el Sol, pero una pequeña fracción de los residuos algún día puede brillar en nuestro cielo bajo la forma de meteoros. 

Créditos y Contactos Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips  

Más información:
El Telescopio Espacial Hubble es un proyecto de cooperación internacional entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (European Space Agency, en idioma inglés). El Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland, dirige el telescopio. El Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (Space Telescope Science Institute o STScI, por su sigla en idioma inglés), con sede en Baltimore, dirige las operaciones científicas del telescopio Hubble. La Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (Association of Universities for Research in Astronomy, Inc., en idioma inglés), con sede en Washington, dirige el STScI para la NASA.
Para obtener imágenes y más información sobre el telescopio Hubble, visite: http://www.nasa.gov/hubble (en idioma inglés). 

Fuente: http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/06mar_asteroid/












miércoles, 24 de diciembre de 2014

El Enigma sobre la desaparición de Oliver Thomas un dia como hoy 24/12 pero hace 105 años








El 24 de diciembre de 1909 la familia Thomas se preparaba para disfrutar un año más de una entrañable celebración. Durante todo el día los miembros de esta familia de granjeros del pequeño pueblo de Brecon, situado en Gales (Reino Unido), habían estado preparando la gran fiesta que, como cada año, reuniría a la familia y a varios amigos y vecinos. Todo parecía ideal para disfrutar de una noche de alegría en la que el espíritu de la Navidad lo impregnaba todo. Incluso el clima parecía querer unirse a la celebración, pues acababa de nevar y el campo estaba cubierto con una capa de nieve que convertía el paisaje en una postal. Al comenzar la cena todo era perfecto.



El guiso de la señora Thomas impregnaba el ambiente con un olor apetitoso, demostrando una vez más que era una excelente cocinera. Los niños jugaban y esperaban el momento de los regalos y los mayores conversaban animadamente. Nada hacía presagiar que algo acechaba a aquella gente, que el misterio se iba a materializar de forma trágica rompiendo para siempre la familia.



Gritos de socorro

La velada fue avanzando en medio de una conversación agradable. El cabeza de familia, Owen Thomas, era un excelente anfitrión, como había demostrado en anteriores ocasiones, y de su hospitalidad disfrutaban esa noche el comisario del pueblo, el veterinario y el pastor de una localidad vecina, todos acompañados de sus familias. En total eran quince personas. La fiesta avanzaba y la señora Thomas se percató de que se estaba acabando el agua. No había problema, a apenas unos metros de distancia de la casa tenían un pozo y solo había que ir con un cubo a sacar un poco de agua. Como los mayores estaban en medio de una agradable charla, decidió pedir a su hijo Oliver que saliese un momento a buscar agua al pozo. Una decisión que la pobre mujer lamentaría toda su vida. Oliver tenía once años, había ido en multitud de ocasiones a por agua al pozo y no le importaba demasiado dejar durante unos instantes el cálido ambiente que proporcionaba el hogar encendido. Afuera hacía frío, pero había acabado de nevar y se veían ya las primeras estrellas. El niño se calzó unas pesadas botas y, protegido con una bufanda que amorosamente le había colocado su madre, salió resuelto con un balde en la mano. Solo habían pasado unos instantes –después dirían los que se quedaron en la casa que apenas fueron diez segundos– cuando todos se estremecieron al oír un alarido del pequeño. Fue un grito penetrante, más que nada de sorpresa, que inmediatamente después fue seguido por llamadas de auxilio.

“¡Socorro, se me llevan!”, llegó a decir Oliver. Todos los presentes salieron corriendo hacia la puerta. Owen Thomas cogió su fusil, que colgaba de la chimenea, mientras exclamaba: “¡Un lobo!”. ¿Era posible que ese gran depredador hubiese atacado al muchacho? El veterinario, el pastor, otro granjero invitado… todos salieron portando armas, palos y una linterna. Pero en el exterior no estaba el pequeño, no había nadie. Pudieron seguir el rastro que el niño había dejado en la nieve: unas pisadas que se interrumpían bruscamente, como si hubiese desaparecido sin dejar rastro o algo lo hubiese alzado para llevárselo volando. Durante unos segundos, que parecieron eternos, cundió el desconcierto, pero aún quedaba algo que les helaría la sangre. Todos pudieron escuchar claramente de nuevo los gritos de Oliver, que, para sorpresa general, venían de encima de sus cabezas: “¡Socorro, me han cogido! ¡Socorro!”, le oyeron gritar. Todos los que lo estaban buscando quedaron anonadados. Miraban hacia el negro cielo, pero no eran capaces de ver nada. Ninguna pista, ningún indicio que les mostrase dónde se encontraba el niño y qué era lo que le estaba llevando hacia el cielo. Pidieron al chico que les indicase dónde estaba, pero el pequeño Oliver ya no dijo nada coherente, solo chillaba. Unos gritos de terror que pudieron oír durante casi un minuto los desesperados familiares y amigos, un tiempo eterno de impotencia en el que, para su desconsuelo, la voz del pequeño se fue volviendo cada vez más tenue, como si fuese subiendo y estuviese cada vez más lejos. Algo incomprensible había sucedido. Alguien había arrancado a Oliver del suelo y se lo había llevado volando. Aun después de la desaparición, y en medio del desconcierto, varios de los asistentes siguieron buscando con la lámpara alguna pista. Pudieron constatar que las huellas del muchacho sobre la nieve parecían normales, pero se interrumpían bruscamente a unos 20 m de la casa. A 2 m de las últimas huellas se encontraba el cubo, como si el niño lo hubiese soltado desde una cierta altura. El resto de la noche siguieron dando vueltas, llamándolo, intentando descubrir entre las tinieblas alguna pista que explicase el suceso.
Hipótesis descartadas

Al amanecer llegaron unos policías de Brecon, que registraron con detalle toda la casa, los alrededores y el pozo, al que bajaron. Pero no encontraron ninguna pista, nada que pudiese explicar qué le había pasado al pequeño y, sobre todo, dónde estaba. La única explicación que parecía plausible era que algo se lo había llevado volando. Pero ¿qué ave hay en el País de Gales capaz de levantar el vuelo con un niño de 11 años entre sus garras? Ninguna, ni la mayor águila podría hacerlo. Los aviones también quedan descartados, pues en 1909 la aviación todavía estaba poco desarrollada y, sobre todo, el ruido del motor sería claramente reconocible. Un silencioso planeador tampoco parece ser la solución, pues la ausencia de un sonido que le delatase no evitaría la posibilidad de maniobrar para capturar al niño y levantar el vuelo permaneciendo casi un minuto encima de la casa. Un globo habría sido difícil de maniobrar y, además, habría sido visto a la luz de las estrellas que brillaban en el firmamento.
El caso del pequeño Oliver, secuestrado por algo que bajó del cielo en la Nochebuena, quedó finalmente archivado como pendiente de solución. Es uno más de los que están a la espera de ser resueltos, algo en lo que casi un siglo después muy pocos confían. La gran cantidad de testigos, entre los que se encontraban personas de reconocida reputación, permite descartar que la extraña historia de la desaparición del niño fuese algún tipo de engaño, una mentira urdida para ocultar tal vez algún crimen. La falta de una solución al misterio de la desaparición de Oliver Thomas no evitó que en los años siguientes los niños de aquella zona viviesen la víspera de la Navidad con una mezcla de sentimientos contrapuestos. Era una fiesta de alegría, con regalos para los pequeños, pero sabían que algo inexplicable se había llevado volando al pobre Oliver. Tal vez algo había bajado del cielo, pero en lugar de traerle regalos se lo había llevado para nunca volver a ser visto. “Santa Claus es bueno y trae regalos, pero ¿existe algún ser malo que viene volando en la Nochebuena para llevarse a niños?”, preguntaban los pequeños de la zona a sus padres. “No, hijo –les respondían estos–, solo hay un anciano bondadoso que llega con regalos en un trineo tirado por renos mágicos.” Pero por las noches, sobre todo durante la víspera de la Navidad, los padres que pronunciaban estas tranquilizadoras palabras no perdían de vista a sus hijos en ningún momento. Sabían que si algo inexplicable se había dado cita una Nochebuena, podría volver  por otro niño.





Durante casi cien años han sido muchos los intentos de explicar lo que le ocurrió a Oliver Thomas. Desde un primer momento se barajó la posibilidad de que lo capturase algún tipo de pájaro. En 1977 muchos se acordaron de este misterioso caso después de que se conociese el ataque de dos misteriosas aves negras a un niño de diez años llamado Marlon Lowe. El suceso tuvo lugar en Michigan (EE.UU) y no acabó trágicamente porque su madre intervino rápidamente y arrebató a su hijo de las garras de los animales cuando ya se estaban llevando por el aire al pequeño. Casos similares han ocurrido en diversos lugares del mundo y en buena parte continúan siendo un misterio, pues según los testigos no se trata de aves conocidas. En ocasiones se ha especulado que podría tratarse de algún superviviente de los teratórnidos, unos parientes del cóndor de los Andes que vivieron hasta hace unos 10.000 años en Norteamérica. Pero esas especies no se conocen en Europa. A veces las descripciones de las criaturas son aún mas extrañas, pues parecen reptiles alados como los que vivían en la época de los dinosaurios. Otra hipótesis recuerda que, según diversas tradiciones, durante momentos determinados del año, como la víspera de Navidad, de Todos los Santos o de San Juan, los límites de nuestro mundo parecen quedar mas difusos, siendo posible que salten hasta nuestra realidad entidades que normalmente no viven entre nosotros. Entidades que forman parte del mundo de monstruos como el chupacabras, el diablo de Jersey o el demonio de Dover y que han sido vistas en diversas ocasiones y lugares.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Lo que hay detras del Proyecto MK-Ultra Estadounidense de los 60´s comienzan a salir a la Luz

Quien no crea en esta historia que estoy publicando le aconsejo encarecidamente que primero que vea el video, y despues lea el texto en cuestion

En 1973, Como parte del Proyecto MK-ULTRA Norte-Americano,  un equipo de sumamente piadosos científicos condujo un radical experimento en una instalación no determinada. Los científicos habían teorizado que un humano sin acceso a ninguno de sus sentidos o modos de percibir estímulos sería capaz de percibir la presencia de Dios.

Ellos creían que los cinco sentidos obstruían nuestra conciencia de lo eterno, y sin ellos, un humano podría establecer contacto con Dios por medio del pensamiento.

Un anciano que manifestaba "No tener nada por lo que vivir" sirvió como único sujeto de prueba. Para depurarlo de todos sus sentidos, los científicos llevaron a cabo una compleja operación en donde cada nervio sensitivo conectado al cerebro fue quirúrgicamente seleccionado.

Aunque el sujeto mantuvo intacta su función motora, no podía ver, oír, saborear, oler, o sentir . Con ninguna posible manera de comunicarse con el mundo exterior, fue dejado solo con sus pensamientos.

Los científicos le monitorearon mientras hablaba en voz alta acerca de su turbio estado mental, frases incoherentes que no podía ni oír. Después de cuatro días, el sujeto aclamo estar escuchando susurros e ininteligibles voces en su cabeza.

Asumieron de que eran los inicios de una psicosis, los científicos prestaron poca atención a las inquietudes del hombre.

Dos días después, el sujeto dijo poder escuchar a su difunta esposa hablarle, y mas aún, aseguro poder dialogar con ella. Los científicos estaban intrigados, pero no estaban convencidos hasta que el sujeto comenzó a darles nombres de sus parientes muertos. Repitió la información personal de ellos, que sólo sus cónyuges y sus padres podían conocer. En este punto, una porción considerable de los científicos abandonaron el estudio.

Después de una semana de conversar con los fallecidos a través de sus mente, el sujeto se puso ansioso, diciendo que las voces eran abrumadoras. En cada segundo que permanecía consiente, su mente era bombardeada por cientos de voces que se negaban a dejarlo solo. Con frecuencia se arrojó contra la pared, intentando provocar una respuesta al dolor.

Él rogó a los científicos por sedantes, para que pudiera escapar de las voces al dormir. Esta táctica funcionó durante tres días, hasta que empezó a tener desagradables pesadillas. Insistía en que él podía ver y escuchar a los fallecidos en sus sueños.

Un día después, el sujeto comenzó a gritar y desgarrar a sus no funcionales ojos, con la esperanza de sentir algo en el mundo físico. El sujeto ya histérico clamaba que las voces de los muertos se volvieron insoportables, hablando del infierno y el fin del mundo.

A partir de ahí, él gritaba "no hay cielo, no hay perdón" por cinco horas consecutivas. Continuamente rogaba a ser asesinados, pero los científicos estaban convencidos de que faltaba poco para que estableciera contacto con Dios.

Después de otro día, el sujeto ya no podía formar oraciones coherentes.

Aparentemente enloquecido, comenzó a triturar a mordiscos la carne de su brazo. Los científicos intervinieron atándolo a una mesa para que no pudiera quitarse la vida.

Después de unas horas de estar atado, el sujeto detuvo su lucha. Y fijo su mirada en el techo mientras las lágrimas se escurrían silenciosas a través de su rostro. Durante dos semanas, tuvo que ser rehidratado manualmente debido a su constante llanto. Finalmente, giro su cabeza y, a pesar de su ceguera hizo contacto visual con un científico por primera vez en el estudio.

Le susurró "He hablado con Dios, y él nos ha abandonado" y sus signos vitales se detuvieron.

No se determino la causa de la muerte.....Nunca se supo la identidad de el individuo.






Para MAS informacion visite: http://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_MK_Ultra

Investigador "Mike Libecki" asegura que el Yeti fue el responsable de las misteriosas muertes del incidente del Paso Dyatlov


ATENCION quienes no crean en esta historia les recomeindo Encarecidamente que vean el video documental de Discovery Channel






Han pasado más de cinco décadas desde el misterioso suceso que se conoce como el incidente del Paso Dyatlov, donde nueve esquiadores perecieron en los Montes Urales. Pero los detalles, que se basaban principalmente en los diarios de los excursionistas, así como los registros de los investigadores soviéticos, fueron realmente escalofriantes.

Los investigadores desconcertados por las terribles e inexplicables muertes de los estudiantes universitarios rusos han llegado a una nueva conclusión: el Yeti.

El Yeti responsable de la muerte de los excursionistas en el Paso Dyatlov

El 2 de febrero de 1959, nueve estudiantes universitarios escalaron las laderas heladas del Paso Dyatlov en los Montes Urales de Rusia. Nunca regresaron con vida. Los cuerpos de los estudiantes fueron hallados con las costillas rotas y los cráneos fracturados. Incluso uno de los integrantes tenía los ojos y la lengua arrancados.

En el momento de la tragedia, los investigadores rusos declararon que la muerte de los estudiantes en el Paso Dyatlov era debido a una “fuerza natural convincente”, según un nuevo documental de la televisión que vuelve a investigar el caso. Desde la horrible masacre ocurrido durante la Guerra Fría, algunos han especulado que los estudiantes fueron víctimas de un arma soviética de alto secreto u otros sugirieron que una tribu indígena atacó por sorpresa a los excursionistas. Sin embargo, nunca nadie ha podido dar una explicación racional a lo ocurrido en las montañas rusas.

Pero un nuevo documental titulado “El Yeti ruso: El asesino vive” que fue emitido el pasado 01 de junio en el Discovery Channel, explora a fondo la posibilidad de que un “menk”, la palabra rusa para Yeti, hubiese sido el responsable de tales atrocidades. Aunque realmente la ciencia no reconoce la existencia del Yeti, el explorador Mike Libecki, el investigador del controvertido documental, está convencido de que hay algunos aspectos extraños en la masacre que parecen indicar que estuvo involucrada una gran criatura.

Por ejemplo, una de las tiendas fue rota desde el interior y algunas de las víctimas dejaron su ropa atrás con temperaturas bajo cero en el exterior. Libecki considera aún más extraño la eliminación de los informes de la autopsia y otros documentos oficiales del gobierno ruso.

“He pasado mucho tiempo solo en la montaña y he tenido que hacer frente a experiencias cercanas a la muerte”, dijo Libecki a los medios de comunicación. “Sé que si yo desapareciera, me gustaría que mi familia supiera lo que me pasó.”

Con el fin de investigar la teoría del Yeti, Libecki visitó Rusia para reunirse con expertos de la legendaria criatura, como Igor Burtsev del Centro Internacional de Hominología.

“Él es el mayor experto del mundo en el Yeti ruso”, dijo Libecki en el documental. “Ha dedicado toda su vida a la búsqueda de esta criatura.”

Igor Burtsev

Burtsev, de 73 años, dice que tiene “montañas de evidencias” que demuestran la existencia de la criatura en los montes Urales, pero que “nadie quiere ver”. Basándose en sus investigaciones, Burtsev dice que el Yeti ruso es la raza mucho más notable de los “pies grandes”.

“Ellos tienen el pie más grande que el ser humano, y tienen el cuello corto, casi sin cuello”, dijo Burtsev en el documental. “Las huellas están todas partes. Durante los últimos 50 años, he encontré signos del Yeti, confirmados por informes de más de 5000 testigos oculares.”

Libecki está convencido que los datos de Burtsev demuestran que el Yeti fue el responsable de lo ocurrido en los Montes Urales hace cinco décadas.

“Eso es un gran número de avistamientos de una criatura que supuestamente no existe”, dijo Libecki.

 Mas Informacion en :

 http://www.enespanol.tudiscovery.com/programas/monster-week/3989-2/


Fuente Principal: http://www.mundoesotericoparanormal.com/investigador-asegura-yeti-responsable-misteriosas-muertes-incidente-paso-dyatlov/